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Ampa Macarena

Carta abierta del profesorado.

El claustro COMPLETO del CEIP Macarena ha firmado esta carta que se ha entregado hoy

CEIP MACARENA
SEVILLA

Sevilla, 11 de octubre de 2004

Estimado Sr. Alcalde:
Estimado Sr. Presidente de la Junta de Andalucía:
Estimada Sra. Delegada Provincial de Educación de Sevilla:
Estimada Sra. Consejera de Educación de la Junta de Andalucía:

Los profesores y profesoras que trabajamos en el CEIP Macarena, queremos expresarle algunas de nuestras reflexiones y vivencias.

Como ya sabe, nuestro trabajo es algo que va mucho más allá de una simple forma de ganar dinero, participamos en la educación de las personas que conformarán la sociedad futura.

Somos conscientes de que las experiencias que vivimos en la infancia determinan nuestro estar a lo largo de la vida. Todavía creemos que un mundo mejor es posible y que la escuela pública es un lugar donde esa posibilidad se desarrolla.

El currículum oculto educa tanto o más que el explícito, así si niños y niñas conviven con la dejadez, serán personas que propicien el abandono. ¿Cómo aprenderá nuestro alumnado a respetar el entorno, si dejamos que su colegio se caiga a pedazos?, ¿cómo educar en la salud, si el espacio donde trabajamos carece de higiene?

¿Cómo sacar adelante los proyectos pedagógicos en los que nuestra comunidad educativa está implicada si no existen las condiciones de espacio adecuadas para ello?

Desde hace muchos años venimos exponiendo ante las administraciones responsables la necesidad de rehabilitar nuestro centro sin respuestas efectivas.

Coherentes con el currículum oficial, que pretende que la escuela pública sea un espacio igualador de diferencias sociales, nuestro centro está inmerso en diversos programas educativos –programa bilingüe, educación compensatoria, aula de informática, apoyo a la integración, …- que cada año desarrollamos en condiciones penosas. ¿Es justo que en la biblioteca no quepan más de siete personas; que no exista gimnasio y los patios sean pequeños e inadecuados; que para el idioma no pueda utilizarse el vídeo porque no existe un aula de vídeo; que se utilice como aulas espacios diminutos y mal iluminados; que se clausure por problemas en la cubierta un aula en enero y todavía en septiembre nadie haya venido a repararla; que éste sea el tercer curso que tenemos dos caracolas provisionales instaladas en el patio; que la única actuación para resolver la grave situación de espacio sea dividirnos, trasladando la educación infantil a otro centro, con los numerosos problemas que una división conlleva etc.?

No es justo.

Este curso ha comenzado muy alterado; toda la comunidad educativa está indignada ante la situación de abandono en la que nos encontramos. Nuestro alumnado está viviendo una experiencia clave en su educación, de la que extraerá conclusiones que perfilará su percepción de la dinámica social y política.

Como educadores, creemos profundamente en los valores educativos que pretendemos transmitir a nuestros alumnos y alumnas: responsabilidad, respeto, justicia, sinceridad, flexibilidad, capacidad para escuchar, humildad para reconocer los propios errores y repararlos, solidaridad, libertad de expresión...entre otros. Valores que señalamos en los objetivos de nuestras programaciones y que con mucha frecuencia están en nuestros discursos y conversaciones.

Creemos profundamente en ellos, pero muy a nuestro pesar, a veces los trasgredimos con nuestras acciones, comportándonos de forma rígida, o no escuchando lo que nuestros alumnos y alumnas necesitan.

Podemos encontrar muchas excusas para ello –el estrés diario, las condiciones tan penosas del espacio en el que estamos, la escasez de profesorado…- pero nada nos excusa ante los ojos y el sentir de nuestros alumnos y alumnas. Nada nos excusa si mentimos, somos injustos o no sabemos escuchar, excepto reparar el error.

Cuando nos equivocamos y lo reconocemos, ante nuestros alumnos crecemos en autoridad y respeto. Y ellos aprenden lo que es la justicia y la humildad. Porque todos los humanos erramos, pero solo la honestidad y la conciencia nos permite reconocerlo.

Usted como político y la ideología que representa tienen muchas similitudes con nuestro trabajo. En sus discursos encontramos frases muy esperanzadoras que reflejan algunos de nuestros ideales. Es evidente para toda la ciudadanía y especialmente para nuestro alumnado, que ha sido un error permitir que una escuela pública como la nuestra haya llegado a la situación en la que se encuentra; ¿cómo reparará este error?

Puede argumentar numerosas excusas que le justifiquen, pero ante nuestros ojos y los de toda esta comunidad educativa el sentir es de despreocupación o desprecio por nuestra situación. Nos sentimos ignorados y engañados con promesas que nunca se han cumplido.

¿Recuperará el respeto y la autoridad de sus ciudadanos escuchando y atendiendo dignamente las necesidades que han sido puestas en evidencia? ¿Nuestros alumnos aprenderán que existe la justicia y que algunos políticos saben cumplir con sus promesas? Esta lección está sin concluir. Necesitamos su respuesta.

Como profesorado y junto a toda la comunidad escolar del CEIP Macarena esperamos una solución digna a esta situación. Por ello, le pedimos que realice las gestiones necesarias para lograr:

1. El inicio inmediato de las obras de rehabilitación del CEIP Macarena
2. El traslado inmediato de todo el alumnado al antiguo “Padre Manjón” mientras se realizan estas obras.
3. Que se haga un estudio y previsión real de las necesidades educativas de la zona centro para educación infantil y primaria y se creen todos los espacios públicos necesarios para atender adecuadamente a estos niveles.
4. Disponer de espacios dignos donde poder desarrollar adecuadamente todos los proyectos pedagógicos que actualmente lleva a cabo esta comunidad educativa.

Creemos que una ciudad como Sevilla debe poderse permitir una escuela pública multicultural y europea. En esto estamos implicadas muchas personas de diferentes nacionalidades y de diferentes sectores públicos. Encontremos soluciones.

Atentamente:

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