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Ampa Macarena

"No vamos al cole porque se cae" y "Colegio Macarena - Carta al director" (Diario de Sevilla, 22-9)

"No vamos al cole porque se cae"  y  "Colegio Macarena - Carta al director" (Diario de Sevilla, 22-9) Diario de Sevilla, 22-9

Al pequeño Álvaro no le salen las cuentas. Otra vez a borrar un papel arrugado y manchado de carboncillo que más se parece al envoltorio de una charcutería que a la hoja de trabajo de un escolar. En él hay cuatro operaciones matemáticas. El niño puede con la suma y con la resta, pero la multiplicación se le atraganta. "1.472x6 no son 2022. Repásala". La peculiaridad del inicio de curso de Álvaro es que quien le corrige los deberes es su padre y el lugar donde se pone al día con las matemáticas es un centro cívico.

Álvaro no tiene sitio donde estudiar. Está matriculado en el Colegio Público Macarena, el centro educativo de la calle Feria bautizado por la soberanía popular como los Altos Colegios. Pero en aquel edificio hay dos aulas con manchas de humedad en el techo y vigas en mal estado, una fachada está en ruinas y amenaza con derrumbarse y en el patio hay caracolas desde hace tres años. El colegio lleva en pie 111 años y nunca se ha restautado. Las obras, prometidas por el presidente de la Junta en diciembre de 2003, aún no han comenzado y los padres no están dispuestos a arriesgar la integridad de sus hijos.

Los afectados tienen la solución muy clara: trasladarse de forma temporal al Instituto Puerta de Córdoba –antiguo Padre Manjón–, situado en la calle Bordador Rodríguez Ojeda. Para la delegada provincial de Educación, Elena Nimo, esa opción es imposible: el instituto fue cedido a principios de verano a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), que ya ha instalado en él su centro asociado. La solución es mucho más fácil: el colegio público Macarena no presenta riesgos para los niños, salvo en algún edificio que ha sido clausurado. Así consta en un informe que la delegada de Educación entregó a los padres durante una reunión que mantuvieron el lunes por la tarde.

"Pero, ¿quién nos asegura que una fachada no se caiga hacia el patio y aplaste a un niño?". Soledad Romero, madre afectada, no comprende por qué su hijo no puede compartir estudios con los universitarios a distancia ni por qué la Junta no cedió otro edificio a la UNED sabiendo los males que padece el Macarena. "De momento, lo único que podemos hacer es seguir reclamando el instituto Puerta de Córdoba y elaborar un calendario de movilizaciones".

La primera de estas medidas ya está en marcha. Cada día, una manifestación de padres y alumnos recorre la distancia entre el colegio y el centro cívico Las Sirenas, en la Alameda de Hércules. Una vez allí, comienzan las clases, impartidas por los mismos padres, entre los que hay algunos diplomados en Magisterio y profesores universitarios.

"Al menos así los niños no pierden clases. Ahora, lo que estamos haciendo es repasar la materia del año pasado, lo que se hace al inicio de cada curso", explica José Luis Pérez mientras manda repetir la resta a una de sus nuevas alumnas. En Las Sirenas están dando clases estos días unos cien niños de ocho y nueve años, mientras otros veinte sí se han atrevido a entrar en el colegio, aunque los profesores tampoco han iniciado el curso.

En medio de una algarabía, José Luis Pérez, el padre de Álvaro, pide silencio. Unos dibujan, otros corrigen sus cuentas y algunos corren por el patio del centro cívico. En un rincón llora Alejandro porque ya ha terminado sus deberes y no sabe qué hacer. "Por eso no se llora, hombre", le dice su compañera. Junto a ellos, un cartel sí expresa un motivo para las lágrimas: "No vamos al cole porque se cae"./ la crónica




Colegio Macarena

Desde hace 8 años vivo en el norte del Casco Histórico de Sevilla, uno de los espacios más interesantes de la ciudad, no sólo por su valor patrimonial, sino además por la pervivencia de muchos valores humanos, que creía ya perdidos, lo que hace de esta zona un espacio vivo, a lo que contribuye su numerosa población infantil.

Durante todo este tiempo he participado en muchas luchas para denunciar tanto las grandes carencias del barrio como los desmanes urbanísticos, productos ambos de la sinrazón y la arbitrariedad de nuestros políticos, locales y autonómicos.

Por resumirlo de alguna manera, mi primera lucha fue evitar que nuestra Alameda de Hércules se convirtiera exclusivamente en un parking para ir al Corte Inglés, como ya ocurrió en la Calle Baños, y que, por el contrario, recobrara su valor de gran espacio libre (único) del casco histórico de Sevilla. Esta lucha se ha conseguido en parte.

La segunda lucha ha sido y es convertir la plaza del Pumarejo en un sitio igualmente vivible, articulando las políticas para que este espacio sea algo más que un almacén de mendicidad y un vertedero, y para que la Casa Grande del Pumarejo se convierta en un espacio seguro y de todos.

La tercera lucha, que dura ya muchos años, es conseguir que el Colegio Público Macarena sea un espacio digno de este magnífico barrio. Entre los niños y niñas que actualmente estudian allí se encuentra mi propio hijo, que se nutre sus valores de tolerancia y multiculturalidad. Dadas sus condiciones de precariedad, se debería ordenar el inmediato traslado de todo el colegio a lo que fue el Instituto Puerta de Córdoba (antiguo colegio Padre Manjón), que dispone entre otras muchas cosas, de magníficos espacios deportivos y de juego de los que carece el Macarena debido al pequeño tamaño de este centro. Pues bien, la Consejería de Educación ha cedido dicho espacio a la UNED, en perjuicio de toda la población infantil de nuestro barrio, en una zona de constante crecimiento de población, muchos de cuyos habitantes reivindicamos nuestro derecho a elegir una escuela pública y laica para nuestros niños.

Después de todo esto, comprenderán, queridos lectores y lectoras, todo lo que los habitantes de esta zona del Casco Histórico hemos tenido que soportar y continuamos soportando y lo cansados que nos sentimos de reivindicar un barrio donde existan los servicios y equipamientos de que goza todo ciudadano por el mero hecho de serlo: educación pública, higiene, espacios verdes, zonas infantiles y deportivas, edificios históricos en buen estado de conservación.

En definitiva, un barrio digno. CARMEN NAVARRO (SEVILLA)

1 comentario

francisco lara -

hola soy un antiguo alumno de este centro sali de el en el año 85-86 aproximadamente otro antiguo alunno y yo andamos con la idea de reencontrarnos con antiguos compañeros pues eramos un grupo bien avenido
rogaria si pudieran facilitarme nombres y algun datos sobre ellos pues despues de tanto tiempo alguno se keda fuera
algunos nobres ke recuerdo son
Mº del Carmen Falcon
Olga Pastor
Encani Rubio
Manuel Fuentes
Isabel sanches ocaña
mari luz perujo
de ante manos les doy las gracias y un saludo francisco lara