Altos Colegios y Padre Manjón: la Verdadera Historia
Ayer, 24 de septiembre de 2008, mientras veía las fotos de la inauguración de los Altos Colegios, a cargo del Alcalde y la Consejera de Educación, con presencia del Delegado Provincial y demás representantes, no sin algo de malestar en mi estómago, pude constatar un hecho que ya había advertido hace poco al reflexionar sobre la historia de las personas, de las ciudades, en definitiva, de la Humanidad.
Cuando estudiábamos Historia en el colegio nos decían que aquel rey, emperador o ministro había construido un palacio, una catedral, colonizado una tierra lejana, ... Aquellos libros de texto nos daban la impresión de que aquellas personas eminentes lo habían hecho todo por sí mismas. Nunca entonces tuvimos un pensamiento ni consideración para los verdaderos artífices de aquellos logros: los pensadores, los conjurados, los vecinos, los arquitectos, los albañiles, los colonizadores.
En Sevilla, sin ir más lejos, mucha gente no sabe que los Jardines del Valle fueron en la época de los albores de la Democracia, conquistados y okupados por la ciudadanía para que la ciudad no perdiera estos jardines a manos de un despiadado proceso especulativo. Muchos piensan simplemente que siempre fueron propiedad de la ciudad, sin tener ni idea de cómo llegaron a formar parte de su patrimonio.
Toda esta ciudadanía, esta gente desconocida, cuyo recuerdo no se cita en los libros de historia, es la verdadera impulsora de los grandes hechos de la Humanidad y, sin embargo, por ironías del destino, sólo los poderosos se han situado en los libros de texto y en la memoria colectiva, usurpando injustamente el lugar que les correspondía a otros, a los héroes anónimos.
También nos ha pasado a nosotros.
Cuando trascurran los años también muchos pensarán que los Altos Colegios y que el Padre Manjón siempre estuvieron allí, que fueron arreglados o rescatados del olvido por aquellos políticos de la foto. Sólo los más viejos recordaran cómo estos dos colegios fueron defendidos por aquellos padres, madres y profesores que, sintiéndose ciudadanos de pleno derecho y creyendo profundamente en los valores de la Escuela Pública, apostaron su energía y sus fuerzas en una defensa y en una conquista que sólo la unión y la perseverancia pudieron lograr.
Mis queridos padres y madres de las dos AMPAs, sabed que nunca figuraremos en los anales de la Historia oficial. Pero eso no importa, ahora ya estamos en la Historia profunda, la no escrita, la que se transmite de forma verbal, pero, en definitiva, la única historia que verdaderamente cambia el sentido de las cosas, la que hace posible que la vida evolucione y mejore.
Felicidades.
C.N.M.
5 comentarios
juan antonio -
carlos -
Joaquín -
Enhorabuena y gracias por la reflexión.
andrés -
eraser -
enhorabuena a todas y a todos... también